面子问题
La cara es el espejo del alma, según afirma el dicho. En China, este refrán cobra no obstante un significado mucho más amplio y con gran peso social.
El concepto de "cara" (面子,miànzi) resulta difícil de comprender desde nuestra perspectiva. En las sociedades occidentales, desde las que se alienta el individualismo, son las personas quienes construyen de manera independiente su identidad, esa parte de sí mismos que muestran al mundo.
Sin embargo, en las culturas orientales, y en especial en China, la faceta pública de la personalidad se elabora en función de lo que espera la sociedad y lo que es considerado correcto o aceptable.
Esta idea es mucho más compleja de lo que puede parecer a simple vista. La "cara" es esa imagen de prestigio que toda persona posee y afecta a todos los círculos sociales: familia, amistades, compañeros y jefes en el trabajo... En definitiva, es la carta de presentación de cada individuo, que debe mantenerse y reforzarse para evitar caer en el oprobio.
Gran parte de la sociedad y las relaciones en China se estructuran sobre esta idea de reputación. En China, ganar y mantener "cara" (挽回面子, wǎnhuí miànzi) puede suponer un impulso importante en la escala social o laboral, igual que perderla (丟面子, diū miànzi) suele traer consigo repercusiones negativas en varias áreas sociales. Por ello, hay que ser muy consciente y meticuloso con lo que se hace o dice ante otros.
Por otro lado, ayudar a alguien a ganar o perder "cara" es una estrategia muy poderosa, en especial en el mundo de los negocios. Por ejemplo, un jefe puede hacer perder cara a un empleado hasta obligarlo a dimitir, o, en el caso inverso, un subordinado podría ganarse el favor de su superior ayudando a éste a ganarla.
Pero ¿cómo se gana "cara"?
La "cara" puede perderse o ganarse en función tanto de uno mismo como de otros. Así, no depende en exclusiva de quien la posee, como ocurre en Occidente. Perder "cara" sería, aproximadamente, el equivalente a quedar en evidencia. Por ejemplo, ser demasiado directo a la hora de decirle a alguien que ha cometido un error provocará que esa persona quede en ridículo y pierda cara.
Por otro lado, dejarse ver conduciendo un coche lujoso ante amigos o compañeros de trabajo podría ser otra manera de ganar prestigio ante ellos.
En internet se encuentran muchos consejos para occidentales poco familiarizados con el concepto, así como ejemplos de cómo uno puede ganar o perder cara. Estos son algunos de los que más me han sorprendido:
-Una madre hace un enorme esfuerzo, tanto financiero como de apoyo emocional, por que su hijo pueda disfrutar de una buena educación. Cuando al final el chico es aceptado en una prestigiosa universidad del extranjero, los padres además de sentir orgullo creen que han ganado "cara" por el logro de su hijo.
-Un joven chino trata de encontrar una mujer con la que casarse, sin éxito. Al llegar a los treinta, todos sus amigos más cercanos han contraído matrimonio, incluso ya tienen hijos. Al no haber cumplido las expectativas que tenía sobre él la sociedad (casarse, dejar descendencia), el hombre siente que ha perdido muchísima "cara". Esto incluso podría provocar que los amigos del joven lo traten con menos respeto que antes, resultando en una pérdida aún mayor.
-Una mujer china está atrapada en un trabajo estresante en una compañía local bajo el mando de un encargado abusivo. Aunque ella no sea la responsable, se la culpa siempre de los errores de su superior. Al llamarle la atención cada día ante sus compañeros de trabajo, la mujer cree que está perdiendo constantemente "cara". Al final, siente haber perdido tanta reputación que no puede enfrentarse más a sus compañeros y se ve forzada a dimitir.
El problema del honor resulta a veces un misterio para los occidentales, pero la realidad es que no estamos tan libres del concepto de "cara" como pensamos. Si bien no al mismo nivel que en Oriente, creo que nosotros también estamos sujetos a ciertas expectativas sociales, ese qué dirán que puede moldear la imagen que mostramos al mundo.
¿Es eso tal vez nuestra versión "light" de 面子?
Alba M.
Alba, muy buena entrada. Estoy de acuerdo parcialmente contigo en que en Occidente también tenemos este concepto de 面子. La diferencia estriba en que en China es un regulador social mucho más fuerte de lo que es para nosotros, y tiene muchísima más influencia, tanto a nivel social como comunicativo. Pero existir, existe.
ResponderEliminar¡Gracias, Selma!
EliminarSí, yo también creo que el concepto de cara es muy distinto en China, Occidente no está al mismo nivel en lo que a eso respecta, ni mucho menos. Lo que quería resaltar es que aquí no siempre disfrutamos del libre albedrío tanto como pensamos.
Pero bueno, lo interesante ha sido investigar sobre el tema.
Alba